miércoles, 1 de junio de 2011

El destino.

Estaba tumbada en el bosque, entre esos enormes árboles que llevarían ahí más de medio siglo. Sola, como de costumbre, aunque eso era algo que no la desagradaba.
Sintió pasos..cada vez más y más cerca, su cabeza le decía que no abriera los ojos, porque ya sabía lo que iba a ver, pero su corazón, que era mucho más fuerte le decía que los abriera.
Finalmente los abrió, y quedó echizada de nuevo...




¿Por qué seguiremos haciendo caso al corazón, si día tras día, sabemos que sus decisiones son las más equivocadas?

1 comentario:

  1. Porque necesitamos sentirlo para sentir que no somos más que unos trozos de carne, o eso pienso.
    =D

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