Estar en lo más alto y caerse.
Reir y llorar a la vez.
Bailar como locos y tirarse al suelo desesperados.
Aplaudir efusivamente y sacar el dedo corazón.
Tener al descubierto todos tus dientes y taparlos con un clinex en el que tus lágrimas mueren.
Sentirse como las montañas rusas arriba, abajo, fuertes sensaciones que o gustan o se odian.
Unos lo llaman rareza, yo lo llamo adolescencia.
Somos extremistas, es lo que nos toca ser.
ResponderEliminarSomos una brújula sin rumbo, ya encontraremos el sur para ir hacia el norte.
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