Lo que extraño es no poder estar sola sin que nadie me pregunte el por qué. Caminar hacia las eras de noche muriéndome de miedo por los perros, que a esas horas estarían más dormidos que tú, y al llegar a mi destino, que cada noche era uno distinto, tumbarme y observar. No tenía a nadie que me hablase o me dijera el frío que tenía, aunque no voy a mentir, eso no era algo que me agradase el cien por cien.
Y allí tumbada, o sentada o a veces de pie porque había llovido, me podía pasar una hora, sin más que hacer que fijarme en las estrellas y ver como después de unos minutos mirándolas parpadeaban,y de vez en cuando, pero no muy de vez en cuando cosa que me extrañó, pasaba una estrella fugaz y rapidamente pedía un deseo.
Eso es lo que más echo de menos.
--------------------------------------------------------------------
Hoy estoy muy acaramelizada, rosita, apastelada...bfff
No hay comentarios:
Publicar un comentario