Cura curilla sin sotanilla

Para el acto de hoy veo como protagonistas a las palabras. A vosotros,  a nosotros. A la amistad.
No voy a decir que seamos los mejores, ni los más guapos, ni los más enrollados de León, pero una cosa si que tengo clara y es que somos nosotros mismos y eso lo es muy poca gente.

Cada uno somos un ingrediente en esta gran paella, somos ingredientes bien exóticos, raros, o mejor dicho, especiales, provenimos de orígenes totalmente distintos y aparentemente parece que nunca fuéramos a encajar, y sin embargo aquí nos tienes formando una gran paella de lo más buena y especial que jamás nadie haya probado.
Creo que hemos pasado nuestras malas rachas y también nuestras peores, hemos sufrido cambios e incorporaciones y eso es lo que nos enriquece, como pandilla y como personas.
Esa boda es una de las mayores gilipolleces que hemos hecho y que haremos en nuestros años de amistad pero yo creo que detrás de este paripé hay algo más, yo lo veo como una cuerda que no nos ata sino que nos une.
Para acabar, hace poco, alguien dijo que no debíamos decir nunca para siempre, yo hoy lo digo: lo nuestro es para siempre. Ya sabemos que todo esto tiene un "final" , no se cuando o donde, pero los recuerdos no se borran y las vivencias perduran e incluso después de muertos habremos dejado una estela que nunca se borrará, formada por siete caminos que alguna vez estuvieron juntos.