lunes, 29 de agosto de 2011

Calzadilla de los Hermanillos

Estoy tumbada, en mi cama de verano, dotada de edredón, manta y sábana, allí nunca hace el suficiente calor como para quitarlo.
Suena el timbre y bajo corriendo las escaleras que mas bien parecen una trampa mortal, tan irregulares y empinadas.
Han picado a la puerta blanca, la del timbre, pero se perfectamente que me esperan en la de metal como siempre.
Abro el pestillo y...¡¡ahí están todos!! Isma, Lidia, Abel, Diego, Sara!
Se tiran a mis brazos, solo las chicas, los chicos no, aunque, y sin querer dármelas de guay, se perfectamente que ellos también me han echado de menos.
Después de un sin fin de besos, abrazos, que tales, etc etc etc vuelvo a casa, ya hemos quedado.
Cena, ducha, y mi momento favorito número 1...PREPARARSE! tengo el doble de ropa para escoger,a mi prima la pasa lo mismo, igual con el maquillaje, con los accesorios..
Salimos hacia el lugar donde hemos quedado: -¡¡Abuuelita!! ¡Que ya nos vamos!- Bien, eso significa que puedo tirar el tabaco por la ventana.
Ya estamos fuera, llegamos y otra vez allí todos, que felicidad, que ganas de verlos.
Y toda la noche por ahí, bailando, bebiendo, besando, pasándolo bien, como solo allí lo puedes pasar.
Hoy vuelvo estar en la cama, pero es mi cama de invierno y nadie llama al timbre.

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